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DESACELERACIÓN DE LA ECONOMÍA

Un desacuerdo para cada problema

El mal ambiente registrado en el Eurogrupo, como destacaron personas asistentes a la reunión, se trasladó ayer a las sesiones de trabajo de los ministros de Finanzas de los Quince (Ecofin). Sus debates se centraron en la factura de la prevista ampliación de la Unión Europea (UE), la fiscalidad en el ahorro y la fiscalidad energética. No sólo no hubo acuerdos en ningún terreno, sino que en varias ocasiones saltaron las chispas.

'Esas conclusiones que lee usted no son las del Consejo, sino las de la presidencia danesa', interrumpió en un momento el representante alemán, Caio Koch-Weser, al ministro danés, Thor Pedersen, según informaron asistentes a la reunión. Pedersen leía un texto sobre la factura de la ampliación (Alemania, Holanda, Reino Unido y Suecia quieren rebajarla), pero su incredulidad aún fue mayor cuando el ministro holandés, Hans Hoogervorst, pidió la palabra para decir lo mismo y cerrar el debate.

Al hablar de la fiscalidad sobre el ahorro, el comisario Frits Bolkestein citó las posibles sanciones que la Unión Europea puede aplicar a Suiza si no admite limitar su secreto bancario y facilitar información. El ministro austriaco Kart-Heinz Grasser advirtió que su país no permitirá que la UE sancione a Suiza por ese motivo.

Bruselas tiene previsto presentar una lista de sanciones antes de finales de año. Existen dos posibilidades: aplicar medidas más blandas, como la suspensión del Acuerdo Marco de Investigación o de las negociaciones en curso sobre Schengen y otras áreas en discusión, y otra con medidas más duras, como la aplicación de los artículos del Tratado que permiten restricciones a la libre circulación de capitales. No obstante, este artículo del Tratado exige la unanimidad para adoptar medidas que supongan un retroceso respecto de la liberalización contemplada en la legislación comunitaria.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 9 de octubre de 2002