Soy inglesa y llevo seis años viviendo en el barrio de los Austrias, que siempre ha sido un privilegio por su entorno artístico y arquitectónico.
Hoy, casi me eché a llorar al ver, en la plaza de Isabel II esquina con la de Independencia, que se ha abierto una tienda de comida rápida con una de las fachadas más feas que he visto en mi vida, de plástico rojo, con enormes letras en blanco y fotos de comida.
¿Cómo se puede permitir la instalación de tal fachada en el corazón del barrio más emblemático e histórico de Madrid, justo enfrente del Teatro Real y a unos 200 metros del palacio? El barrio de los Austrias es patrimonio de todos, pero ¿quién es el responsable de su cuidado?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 9 de octubre de 2002