Aguas Ocaña, una sevillana de 39 años, se convertía ayer en la primera dama de Honduras, después de contraer matrimonio con el presidente de ese país, Ricardo Maduro. A la boda, de carácter íntimo, asistían un centenar de invitados, entre familiares y amigos de la pareja. No obstante, Maduro señaló que posteriormente celebrará 'dos grandes cenas', en Tegucigalpa y San Pedro Sula, que 'van a ser los actos de presentación oficial de Aguas'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de octubre de 2002