Los paquistaníes votaron ayer en las primeras elecciones generales desde el golpe de Estado del general Pervez Musharraf en 1999. La jornada electoral dejó siete muertos y 50 heridos en enfrentamientos aislados entre simpatizantes de partidos rivales. La participación fue muy irregular, pero que en ningún caso superará, según los observadores, el 34,4% de las últimas legislativas, en 1997.
El recuento se inició nada más cerrarse los colegios electorales a las cinco de la tarde (cuatro horas menos en la España peninsular), pero los primeros resultados no se esperaban hasta hoy. Una encuesta extraoficial a pie de urna adelantaba que el Partido Popular de Pakistán, de la ex primera ministra Benazir Bhutto, encabezaba los votos en las dos provincias más pobladas, Punjab (con un 30% de los sufragios) y Sindh (con 38%), seguido de cerca por una excisión de la Liga Musulmana de Pakistán (del ex primer ministro Nawar Sharif) que apoya a Musharraf. De confirmarse esa tendencia, el triunfo del PPP sentaría las bases para una difícil cohabitación entre el presidente militar y el partido que ha encabezado las críticas a su gestión.
Algunos observadores atribuían ese posible éxito de Bhutto a la importante participación femenina en esas zonas. En tanto que las informaciones procedentes de las conservadoras zonas tribales (en el noroeste de Pakistán) se hacían eco de una ausencia casi total de mujeres en los colegios electorales. No en vano, los notables de esas regiones habían proferido violentas amenazas contra su participación. Se espera que allí los resultados favorezcan a los partidos islámicos.
Tanto Bhutto como Sharif fueron vetados para participar en las elecciones. Ambos viven en el exilio. Su ausencia de la contienda ha desanimado, sin duda, la participación de la mayoría de los 72 millones de votantes convocados para designar a los 342 diputados de la Asamblea Nacional (cerrada desde 1999) y otros 728 en las cuatro asambleas provinciales, que sirven de colegio electoral para el Senado. Y eso a pesar de que la edad de votación ha sido rebajada, por primera vez, de 21 a 18 años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de octubre de 2002