Ante la información aparecida en varios medios de comunicación sobre el actual alcalde de Alájar (mi pueblo), Pepe Bardallo, en la que el concejal de IU, Santiago Rallo, dice que se aprovecha del secreto de confesión cuando fue cura-párroco de Alájar, en beneficio de obtención de votos para la alcaldía, y como aljareno de toda la vida quiero expresar, creo que en nombre de la mayoría, primero mi más fuerte repulsa y crítica negativa al ¿señor? Rallo por tales declaraciones, y segundo hacer constar que Pepe Bardallo ha vivido y está viviendo tres experiencias: sacerdote, profesor y alcalde, actividades de las que pocos o quizás ninguno pueda enorgullecerse haber realizado y encaminadas a la ayuda a la sociedad en general y sé que, en muchos casos, también a particulares. ¿Hay algo más bonito que dedicarse a la ayuda a los demás?
Ejerció como un buen sacerdote, también como profesor (que le pregunten a los alumnos del colegio Las Carabelas) y que como alcalde ha conseguido en sus tres legislaturas, por mayoría absoluta, lo que nunca consiguió ningún alcalde para nuestra querida Alájar y que sería difícil relacionar. Como todo ser humano habrá tenido errores, pero desgraciado del que no se equivoque.
¿Señor? Rallo: en Alájar no somos borregos, pues desde siempre el pueblo es sabio y votamos lo que creemos mejor para nuestra Alájar, como así lo demuestra la trayectoria de Pepe con tres legislaturas en mayoría absoluta.
Lo que he expuesto lo hago con directo conocimiento de causa, ya que fui monaguillo con él y hasta me casó, y soy de los que con mucho orgullo puedo decir que no he tenido que salir de Alájar y me creo con la libertad de exponer lo que pienso.
Pepe: no tengo que decirte que te respalda al menos el 95% del pueblo y muchísima gente de fuera.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de octubre de 2002