El juez que instruye la primera denuncia presentada en España por la muerte de un paciente en lista de espera ha archivado la causa al considerar que la demora en la operación no influyó en su fallecimiento, ni su muerte se debió a la falta de medios o a un comportamiento médico incorrecto. En este caso llegaron a estar como imputados por un presunto delito de homicidio imprudente los gerentes de la Ciudad Sanitaria y del Hospital General del Vall d'Hebron, donde fue operada la paciente, el director médico del hospital, el jefe del servicio de cirugía cardiaca y el jefe de cardiología.
La causa se abrió en junio de 2000 cuando la familia de Ángela Torres, una leridana de 69 años, denunció la muerte de la mujer, ocurrida el 5 de mayo de aquel año en el Vall d'Hebron 12 horas después de ser intervenida y tras 10 meses de estar en lista de espera por una dolencia cardiaca.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de octubre de 2002