ºEl presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, ha reconocido un 'error de construcción' en la autovía C-31, conocida como autovía de Castelldefels, que estuvo cerrada al tráfico durante más de dos días debido al aguacero que cayó el pasado miércoles, principalmente en el Baix Llobregat. Pujol aseguró el pasado viernes por la noche en Palau Solità i Plegamans (Vallès Occidental) que las obras de mejora de esta autovía, que intentarán evitar nuevas inundaciones, corresponden 'estrictamente' a la Generalitat, por lo que zanjó la polémica abierta cuando el consejero de Política Territorial, Felip Puig, atribuyó al Ayuntamiento de Castelldefels la responsabilidad del retraso en la construcción de colectores en esta vía.
'Cuando hay una cosa de este tipo debe servir sólo para aprender la lección y corregirla, tal como hemos hecho tantas veces en otros sitios, y esta vez también se hará', dijo Pujol. El conseller en cap de la Generalitat, Artur Mas, anunció después de visitar la zona que 'en un plazo máximo de dos años estarán finalizadas todas las obras necesarias para que no se vuelvan a repetir inundaciones'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de octubre de 2002