Quien calcula, ahora ya no compra en Sepu. Ahora lo que uno se pregunta es por qué estos grandes almacenes (también le pasó a Almacenes Arias) tienen que pegar el cerrojazo dejando en vilo a centenares de trabajadores.
Problema de raíz es el sistema capitalista salvaje, que permite que se fabrique en este caso la ropa en países tercermundistas, a precios irrisorios por la mano de obra tan barata y que posteriormente ponen con grandes barcazas en países de gran nivel de vida ese producto sin pagar impuestos y compitiendo con fábricas de países europeos.
En éstos los salarios de los trabajadores son mucho más elevados y los impuestos estatales bastante más considerables.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de octubre de 2002