Madarcos, el municipio con menos habitantes de la región (23 vecinos según el último censo), se ha quedado sin teléfono público. La Federación Socialista Madrileña (FSM) criticó ayer que el Gobierno regional no haya hecho nada para evitar que esta localidad pierda la única cabina telefónica que tenía, y aplaudió la intervención del Defensor del Pueblo en el caso.
El responsable de Comunicación de la FSM, José Cepeda, afirmó que la retirada de la cabina de Madarcos 'por su baja rentabilidad, según argumentó Telefónica la semana pasada', es 'consecuencia de las privatizaciones del PP'. 'El mercado impone su criterio y todo se mide por la rentabilidad económica, sin analizar la rentabilidad social', protestó Cepeda. Según el socialista, el Defensor del Pueblo ha abierto una investigación para preservar el derecho básico a las telecomunicaciones en este pequeño municipio madrileño.
De prosperar este 'grave precedente' en otros pueblos de la región, 'puede generarse una situación nada deseable: hoy les cortarán el teléfono, mañana la luz, luego el agua...', continuó Cepeda, que profetizó un terrible desenlace: 'Al final sus ciudadanos, si no son rentables para las grandes compañías, volverán a la Edad Media'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de octubre de 2002