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CRÓNICA EN VERDE

La amenaza minera

Coincidiendo con la declaración de la nueva reserva de la biosfera, la Sociedad Española de Ornitología (SEO) ha mostrado su preocupación por el futuro de algunas de las mejores dehesas que crecen justo en la franja que separa la comunidad andaluza de la extremeña.

La gran explotación minera de Aguablanca, proyectada en la zona de Monesterio (Badajoz), podría suponer la desaparición de más de 300 hectáreas de dehesas bien conservadas y afectar, asimismo y por su cercanía, a los parques naturales de la Sierra Norte de Sevilla y Aracena (Huelva). Como explica la SEO, 'el lugar elegido para extraer níquel y cobre es la cabecera del río Cala, en la cuenca del Guadalquivir, que abastece de agua potable a la ciudad de Sevilla, por lo que la instalación minera, de gran toxicidad, supondría un riesgo comparable al de la mina de Aznalcóllar'.

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De acuerdo a la documentación que maneja este colectivo, las extracciones se harán mediante cortas a cielo abierto, 'muy rentables para la empresa concesionaria pero muy poco respetuosas con la naturaleza'. Además, se crearán escombreras de gran tamaño que, en su conjunto, ocuparán más de 100 hectáreas.

A la vista de estos datos, la Sociedad Española de Ornitología presentará diversas alegaciones al proyecto, aprovechando el inicio del proceso administrativo que conduce el estudio de impacto ambiental, 'informe que debería reflejar alternativas a la explotación así como un análisis de los daños previsibles y medidas para corregirlos'.

Éste, concluye la SEO, 'no es el tipo de desarrollo socioeconómico que debe promoverse en áreas de alto valor ecológico, como es el caso de estas dehesas'.

Una actividad, en definitiva, que entra en clara contradicción con los principios que han de regir en la futura y cercana reserva de la biosfera.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 14 de octubre de 2002