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Una adaptación

Recuerdo vagamente esta película, que no se si dirigió Pedro Masó o José María Forqué, y que me pareció entonces una historia llena de mala leche para los tiempos que corrían allá por mediados de los sesenta, y un gran trabajo de José Luis López Vázquez en el papel de mísero empleado de banca que tiene un plan para hacer saltar la caja. El teatro Olimpia, que lleva una programación astutamente oscilante entre el musical a lo grande y la reposición, diríamos, teatral de cierto número de películas de éxito con la variantes escénicas y argumentales que sean necesarias.

En realidad, está historia está bastante próxima a los asuntos de una película como Rufufú, al menos en la circunstancia de que un grupo de personas infelices se reúnen para tramar los detalles de lo que habrá de ser el golpe de su vida, siempre dentro de los límites a los que la miseria invita a suponer lo que puede ser un gran golpe. En ese sentido, la versión de Esteve Ferrer, así como su dirección en clave de comedia muy de la época, hace muy bien en respetar un clima irrepetible, aunque sólo sea porque criterios de verosimilitud situarían ahora esa tentativa en un intento de pelotazo de mucha mayor envergadura monetaria.

Atraco a las tres

Versión teatral del guión firmado por Pedro Masó, Vicente Coello y Rafael J. Salvia, adaptado por Blanca Suñen. Intérpretes, Sergio Pazos, Manuel Andrés, Africa Gozalbes, María Lanau... Escenografía, Carles Montesinos. Adaptación y dirección, Esteve Ferrer. Teatro Olimpia. Valencia.

De modo que casi todo tiene aquí un aire de aventura romántica y disparatada, muy próxima por lo demás a algunas películas de Berlanga y a la comedia italiana del desarrollismo, donde la recreación de una época coexiste con el respeto por un gran guión de cine y con el atractivo de algunas novedades que ahora se ofrecen en esta rara, aunque oportuna, adaptación teatral. Ya digo que su mayor virtud, o uno de sus principales atractivos, consiste en funcionar como crónica a modo de homenaje, además de manifestarse como una estupenda galería de tipos algo estrafalarios.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 14 de octubre de 2002