En su novela Plataforma (2001), el escritor francés Michel Houellebecq cuenta cómo acaba un centro de turistas occidentales situado en una isla de la costa tailandesa: explotando y 'causando 117 muertos; el atentado más mortífero conocido en Asia'. Antes de que 'estalle la bomba en el Crazy Lips, el bar más frecuentado y en hora punta', un grupo de islamistas ha comenzado por ametrallar a los turistas que cenan en la playa.
El libro y las declaraciones de Houellebecq considerando 'el islam como la más idiota de las religiones', hicieron que el escritor tuviera que responder ante un tribunal francés, el pasado 17 de septiembre, a querellas presentadas, entre otros, por los rectores de las mezquitas de París y Lyón por 'complicidad en la incitación al odio racial' e 'injurias al islam'.
Las similitudes entre la situación imaginada y la vivida en Bali son evidentes: atentado terrorista, de naturaleza integrista e islámica, contra turistas occidentales reunidos en un bar-discoteca de una isla entre el Índico y el Pacífico. También coinciden la hora y el tipo de bomba. Pero Houellebecq escribe también lo que le confiesa un banquero jordano: 'La agresividad de algunos sólo es un símbolo de celosa impotencia'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 14 de octubre de 2002