Al menos 70 refugiados somalíes que intentaban cruzar el golfo de Adén para pasar a Yemen murieron de hambre y sed cuando la barca en la que viajaban quedó a la deriva durante más de 15 días, al averiarse su motor. Según la radio keniana, que cita a supervivientes, el bote fue arrojado el domingo por la marea a las playas de Laasqoray, en el extremo nororiental del Cuerno de Africa, con sólo 50 de los 120 pasajeros que embarcaron. Dos mujeres dieron a luz durante la travesía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de octubre de 2002