'La oferta hotelera de Alicante y provincia está sobredimensionada', admitió ayer Vicente Marhuenda, presidente de la Asociación Provincial de Hoteles. Alicante y provincia, con el auge constructor de Benidorm y la Marina Baixa a la cabeza, prepara la apertura de unas 14.000 plazas hoteleras para los próximos años. Más de 12.000 de estas nuevas camas están proyectadas en el área de Benidorm, Terra Mítica, La Cala de Finestrat y La Vila Joiosa. Otras 2.000 camas se inaugurarán en Alicante capital y poblaciones como Santa Pola y Guardamar, durante 2002 y 2003, según datos de portavoces del sector.
El presidente de los hoteleros alicantinos alerta de que ese crecimiento del sector hotelero no se corresponde con la llegada de un mayor número de visitantes; más bien al contrario. Durante la actual campaña, desde enero a octubre, Marhuenda ha especificado que el sector turístico alicantino arrastra una disminución del 8% en la ocupación de los establecimientos hoteleros. 'Si seguimos creando camas y desciende el número de clientes, nos encaminamos hacia la mortalidad empresarial. Si se desequilibra aún más la oferta y la demanda, en dos o tres años empezaremos a perder empresas y puestos de trabajo', según este directivo. Junto a esa bajada de visitantes, Marhuenda pone énfasis en el descenso de los ingresos de caja de los hoteles: 'Contamos con menos clientes y con el deber de hacer frente a unos precios más altos tanto en la cesta de la compra de los establecimientos como en capítulos como abastecimiento de agua o electricidad. Los ingresos se han aminorado por encima de ese 8% mencionado', según sus palabras.
El presidente de la Asociación Provincial de Hoteles destaca que los empresarios del sector 'deben invertir más recursos' de lo acostumbrado hasta ahora con el fin de captar nuevos mercados. El esfuerzo inversor privado, según Marhuenda, debe ser correspondido con ayudas de la misma cuantía por parte de las administraciones local, provincial y autonómica. Los emprendedores turísticos han recibido hasta ahora buenas palabras por parte de las áreas oficiales de Turismo, pero desean que esas intenciones queden plasmadas en los presupuestos públicos para el próximo año.
La reclamación urgente de los hoteleros de Alicante para combatir el descenso de visitantes pasa por la construcción del prometido palacio de congresos para la capital: 'En Alicante perdemos el tiempo en cuestiones pueblerinas mientras otras capitales, a las que aventajábamos, ganan buen dinero con el turismo de reuniones'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de octubre de 2002