Teresa Berganza, ayer en Barcelona. / MARCEL. LÍ SÁENZ
Berganza afirma que la madurez le ha enseñado a 'cantar sin angustias'
La relación de Teresa Berganza y el Liceo de Barcelona podría tener como telón de fondo un bolero: lo suyo fue una noche de debut y despedida. Cantó La Cenerentola, de Rossini, en 1971... y nunca más volvió. El resto ha sido una historia de desencuentros que culminó en 1990 con una sonada cancelación, dos horas antes de un recital.