El presidente estadounidense, George Bush, lanzó ayer un aviso a la ONU para que adopte cuanto antes un texto que autorice el uso de la fuerza contra Irak. "Ha llegado la hora de que Naciones Unidas esté a la altura de su principio fundacional: el de proteger nuestra seguridad común", dijo Bush al firmar la resolución aprobada la semana pasada por el Congreso que le permite lanzar un ataque si fracasan las iniciativas diplomáticas.
A la ceremonia, que se celebró en la Casa Blanca, asistieron los principales líderes de las dos cámaras del Congreso. "Si Irak consigue aún más poder de destrucción, los países de Oriente Medio padecerán chantaje, intimidación o sufrirán un ataque. El caos en la región se sentiría hasta en Europa", afirmó Bush. "Los que viven negando los hechos podrían verse forzados a vivir en el miedo".
Washington está cada día más frustrado ante las infructuosas negociaciones con el resto de los miembros del Consejo de Seguridad para aprobar una resolución que refuerce el régimen de inspecciones, pero sobre todo deje la puerta abierta a posibles represalias militares.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de octubre de 2002