La Escuela de Arte Dramático del Ayuntamiento cumple un año desde que arrancó con ilusión y poca ayuda económica. Ayer, maestros y alumnos celebraron una fiesta con actuaciones de zancudos, malabaristas y acróbatas en la calle de Mejía Lequerica. Para demostrar su dominio de los textos, representaron escenas de Lisístrata, de Aristófanes, y Crímenes ejemplares, de Max Aub.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de octubre de 2002