Una figura de Albert Einstein se asoma por una ventana del Palau Macaya, la nueva sede provisional del Museo de la Ciencia. Y es que las faraónicas obras de ampliación de esta entidad, que pasará de 7.000 a 50.000 metros cuadrados, no estarán terminadas hasta finales de 2003. La nueva ubicación se inaugura con la exposición Restos y rastros de nuestros astros y ancestros, en la cual el esqueleto del dinosaurio Protoceratops, de hace 75 millones de años, y la punta de un meteorito encontrado en Siberia son las estrellas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de octubre de 2002