Rafael Román, candidato socialista a la difícil alcaldía de Cádiz, debe ser de los pocos aspirantes del PSOE cuyas intervenciones provocan carcajadas. Ayer logró arrancar más de una en un abarrotado palacio de congresos y no porque su discurso fuera un puro chiste. Su propuesta de que expropiará todas las fincas vacías de Cádiz, si gana, quedó eclipsada por un discurso que, como pronosticó uno, triunfaría en El club de la comedia. Utilizando un lenguaje lleno de referencias cinematográficas, literarias y periodísticas, Román acaparó un protagonismo que le suele estar vedado a los que actúan de teloneros en los mítines de los líderes.
Conocido por el sobrenombre de Franquito -tiene una asombroso parecido con el dictador-, no tuvo empacho en citar a Franco - 'porque soy un hombre sin complejos'- y en reconocer que sigue la máxima del mago Helenio Herrera de que 'nada es difícil y basta con comenzar'.
Román, al que le han garantizado desde el PSOE su continuidad al frente de la Diputación si no logra la alcaldía de Cádiz, admitió las dificultades de su objetivo, aunque cree que puede 'dar una sorpresa'. La misión no es nada fácil: 18 concejales tiene la popular Teófila Martínez, seis el PSOE, dos Izquierda unida y uno el PA.
Martínez contraprogramó ayer la visita de Zapatero con un popurrí de actos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de octubre de 2002