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Benítez: "No estoy nada contento"

"No estoy nada contento". Rafa Benítez, el técnico del Valencia, aunque se presentó con el semblante impávido, inexpresivo, no estaba "nada satisfecho" con la labor de sus jugadores. El preparador del equipo valenciano insistió una y otra vez en que el partido se le había escapado a su equipo, aunque concedió un cierto valor al punto conseguido: "Hemos sumado frente a un equipo grande y eso siempre es bueno".

Luis Aragonés, el preparador del Atlético, se mostró mucho más amable con el rendimiento de sus jugadores y no dudo en afirmar: "Hemos merecido ganar el partido. Si hubiéramos metido las tres ocasiones clarísimas que hemos tenido en el primer tiempo, habríamos visto otra historia diferente". Aragonés alabó el juego de su equipo y aseguró que "meter al Valencia es algo muy difícil, y nosotros lo hemos hecho". El técnico se lamentó de que "los empates en una Liga en la que la victoria suma tres puntos valen para muy poco".

Tanto Benítez como Aragonés quitaron responsabilidad a los dos guardametas, a pesar de que ambos fallaron estrepitosamente en los dos goles. "Es una de esas cosas que pasan en el fútbol. A Contreras, el portero del Málaga, le pasó y luego le llamaron para ir a la selección", se permitió bromear Benitez. Aragonés, más áspero, declaró: "Los futbolistas fallan porque son personas".

Santi, el central del Atlético, también hizo referencia al fallo de su compañero Burgos en el gol de Baraja para recordar que "había sido falta previa, porque el Mono ya tenía cogido el balón".

El empate del Atlético, un gol de fortuna que entró bajo las piernas de Cañizares, lo marcó Javi Moreno. Es el primer tanto del delantero valenciano con la camiseta del Atlético en partido oficial. Javi confesó que no sabía si el gol había sido suyo "pero que había remachado el balón por si acaso".

De lo que nadie habló fue del cruce de declaraciones entre Jesús Gil y Paulo Futre. El público del Vicente Calderón, ese público que volvió a convertir el estadio en una cajita de cerillas repleta (57.000 espectadores) se inhibió de la polémica que divide a dos importantes estamentos del club: la presidencia y la dirección deportiva. Ni Jesús Gil, ni Paulo Futre. La hinchada rojiblanca se olvidó de la agria discusión que ambos dirigentes mantuvieron a principios de semana a causa de los fichajes de la temporada y que ha enturbiado los días previos al choque.

El que, sin embargo, aún la debía tener muy presente es Jesús Gil. El máximo mandatario de la entidad colchonera se reunió con el equipo en el vestuario antes del choque. Gil permaneció con los jugadores cerca de media hora.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de octubre de 2002