El astillero público español Izar ha ganado un concurso para vender cuatro grandes patrulleros a Turquía por un importe aproximado de 270 millones de dólares (278 millones de euros).
Los buques serán algo menores que las corbetas de la clase Descubierta, construidas en su día por Bazán (ahora Izar) para la Armada española, pues desplazarán entre 1.200 y 1.500 toneladas y tendrán 80 metros de eslora.
El proyecto de Izar ha quedado clasificado en primer lugar, por delante de sus competidores de Italia y Alemania. No obstante, aún deben negociarse los detalles de la operación antes de la firma del contrato. Está previsto que el primero de los cuatro barcos se construya en el astillero de San Fernando (Cádiz), y los restantes, en Turquía.
Los nuevos patrulleros dependerán del servicio de Guardacostas, dependiente del Ministerio del Interior turco, aunque probablemente sean operados por la Marina de guerra.
De hecho, los buques irán equipados con una radar de tres dimensiones, suministrado por la compañía francesa Thales (antigua Thomson), lo que incrementa su interés militar. Aunque el contrato inicial es de cuatro unidades, Ankara pretende dotarse con doce buques de este tipo, por lo que el valor de la operación podría triplicarse a medio plazo.
Turquía es uno de los clientes tradicionales de la industria española de Defensa, si bien en los últimos años el volumen de exportaciones de armas a dicho país se ha reducido notablemente: 12,5 millones de euros en 2000 y sólo 364.000 euros en 2001. En la década de los ochenta, la venta de 52 aviones de transporte CN-235 de Construcciones Aeronáuticas (CASA) supuso un récord.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de octubre de 2002