Van Gaal decidió sorprender a todo el mundo y realizó tras el partido un análisis extraño de lo que había sucedido. El Barça no generó en ningún momento la sensación de que el partido fuese suyo y su defensa se comportó con el nerviosismo y la endeblez que ya es casi habitual. Con todo eso en 90 minutos el técnico holandés se mostró satisfecho por el juego de su equipo aunque no por el resultado. "Hemos fallado grandes posibilidades de gol y así no podemos ganar en ningún sitio. Cuatro o cinco veces hemos tenido un uno contra uno con Bizarri y hemos errado todos. El Valladolid sólo ha tenido dos ocasiones y las ha marcado, pero no por su calidad sino porque han sido dos tonterías nuestras. No puedo analizar eso porque es increíble. Los jugadores han luchado y quien ha merecido ganar hemos sido nosotros", aseguró Van Gaal.
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Las últimas estadísticas del Barça comienzan a preocupar tanto al técnico como a los jugadores. No ha ganado en ninguno de los tres últimos partidos de Liga y en esos tres encuentros le han hecho siete goles, algunos precedidos de graves errores defensivos como los de ayer en Valladolid, pero la falta de entendimiento en el césped es una constante. Ya en el primer tiempo, tras una ocasión del Valladolid, De Boer se dedicó a reprochar a Navarro su mala colocación y sólo 30 segundos después el portero Víctor Valdés abroncó a sus dos defensas por lo mismo. Para Van Gaal, "no es falta de concentración, es que la prisa es mala consejera. Nos ocurre lo mismo que en la segunda parte contra Osasuna,vamos muy deprisa y eso provoca precipitación y falta de comunicación pero la defensa, y lo he explicado siempre, empieza en el ataque. Todos tienen que atacar y todos tienen que defender. Pese a todo lo que ocurre es que cuando creas ocasiones y no marcas pierdes, aunque el juego sea bueno, como hoy [por ayer]. Estoy preocupado. No puedo estar contento, pero no hay un problema de actitud".
La última pregunta a Van Gaal fue la ausencia de Riquelme en el equipo, sobre todo en días, como el de ayer, en el que los cambios (Rochemback, Gerard y Geovanni), no terminan de funcionar. El técnico blaugrana expuso ayer el cuaderno de reproches a la figura del argentino: "Lo más importante es el equilibrio. Puede jugar por Luis Enrique pero necesitábamos velocidad. También lo puede hacer por Gabri, pero perdemos equilibrio porque tenemos dos jugadores, Luis Enrique y él, para lo mismo. También puede jugar por Sabih, pero si Sabih juega bien no voy a quitarle". Y Riquelme ni siquiera salió a calentar por la banda, el lugar en el que Kluivert y Aganzo discutieron cuando el partido casi terminaba y en el que cuando todo había acabado quedaron citados para liarse a tortas, algo que tuvieron que evitar entre periodistas y guardias de seguridad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 21 de octubre de 2002