Enhorabuena por la más explícita descripción de la situación que sufrimos muchos de los vecinos de Madrid, debido a aquellos dueños de animales que anteponen el bienestar de los mismos a sus vecinos y permiten que aquellos que ya la ley los considera peligrosos se paseen por la calle incumpliendo la misma: aquellos que defecan en la vía pública sin el menor miramiento hacia los que la transitamos y aquellos que ladran, tanto de día como de noche, sin importarles los vecinos que mal conviven con ellos.Bravo por la idea del impuesto que supuestamente haría pensárselo muy mucho a aquellos que mantienen encerrados en 50 metros cuadrados a dos y tres animales. Debemos hacer que la sociedad madure y sepa ver los gravísimos problemas que acarrean estos animales. Y para los políticos, dejen de tener tanto miedo a tomar medidas que puedan parecer impopulares.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 21 de octubre de 2002