El Instituto de Enseñanza Secundaria Andreu Sempere de Alcoy no pudo ayer reanudar sus clases tras el fin de semana. El director del centro, Jesús Giner, se vio obligado a suspender ayer la actividad docente a la vista de los cuantiosos destrozos causados en el centro durante el fin de semana.
Los estragos en puertas, cristales, mobiliario, despachos y material se achacan a cuatro menores de edad, que fueron sorprendidos por la policía el domingo en el interior del instituto. Los chavales, que carecían de antecedentes penales, prestaron declaración y fueron puestos bajo custodia de sus padres. Uno de los menores es alumno del instituto y entre el material que se le incautó había documentos e información de su historial académico. Junto a las mochilas de los jóvenes la policía halló material que había desaparecido de las aulas de música y audiovisuales.
Los asaltantes entraron en el centro a través del patio interior de la caseta del conserje, tras romper una persiana. Accedieron a los despachos y las aulas sin forzar las puertas, haciendo uso de las llaves que tomaron de la secretaría.
La Consejería de Educación envió a un arquitecto para que evalúe los daños causados. Los menores llegaron a prender fuego en la sala de profesores, explicó la secretaria del centro. El director del instituto aseguró que el centro permanecerá cerrado mientras no quede garantizada la seguridad de los alumnos. Ayer había cristales desperdigados por los pasillos y las clases. A los daños en el mobiliario se suman las pérdidas en ordenadores, impresoras, monitores de televisión y videos de la sala de audiovisuales, entre otro material didáctico. También se echaron en falta unos 200 euros que contenía la máquina de refrescos, reventada por los adolescentes.
Hoy visitan el centro el subdirector territorial de la Consejería de Educación, Arnaldo Martínez, y el inspector de zona Pedro López, a fin de agilizar la vuelta a la normalidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de octubre de 2002