José Manuel Lara, presidente del Instituto de la Empresa Familiar, sostuvo ayer que "las empresas familiares son las únicas que aseguran su permanencia en el territorio en épocas de crisis, y nunca llevan a cabo el levantamiento urgente de filiales por su apego al territorio".
Durante la apertura del V Congreso Nacional organizado por el instituto en la ciudad de Salamanca, Lara señaló que España "es un país puntero en Europa" en empresas familiares, "ya que cuenta con 1,5 millones de empresas que generan el 65% del producto interior bruto (PIB) y más del 80% del empleo privado".
En cuanto a los desafíos que afrontan estas compañías, Lara destacó la necesidad de profesionalización de sus integrantes y las dificultades para competir con empresas similares del exterior y con multinacionales.
"Necesitamos marcos legales que no nos lo pongan más difícil", aseveró, y consideró que la situación ha mejorado frente a la inferioridad que padecían estas entidades hace diez años "en términos de IRPF y coste de sucesión". Destacó la "enorme sensibilidad" política mostrada por los distintos gobiernos en las tres últimas legislaturas, así como que "la oposición no lo haya usado como una batalla, sino colaborando para defenderlo, de manera que el marco fiscal ya no es un hándicap". No obstante, Jesús Caldera, portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, achacó al Gobierno una cierta "falta de compromiso" con estas empresas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de octubre de 2002