La Federación Española de Religiosos de la Enseñanza (FERE)asegura que los centros católicos 'no sólo no rechazan alumnos inmigrantes o con necesidades educativas especiales, sino que manifiestan su deseo de integrarlos', pero que los criterios de proximidad a la hora de escolarizarlos y de coste de los niveles no concertados provocan una situación 'heterogénea' de distribución entre escuelas.
Así lo expresó el secretario general de FERE, Manuel de Castro, quien negó 'categóricamente el incumplimiento de la normativa por parte de los centros concertados' y afirmó que, 'por ideario y por coherencia con el compromiso educativo, los centros católicos concertados manifiestan su deseo de integrar inmigrantes'.
De Castro afirmó que se publican datos falsos para acusar a la escuela concertada de no asumir el porcentaje de inmigrantes que les correspondería. Son datos 'poco rigurosos', dijo, porque 'cuando se habla de enseñanza concertada se suman los datos de los centros privados y los de los niveles no concertados, como educación infantil y bachillerato'.
Desde la FERE pidieron además una financiación para los equipos directivos de sus centros 'análoga a la que reciben los colegios públicos'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de octubre de 2002