Fuentes del patronato del festival han confirmado la existencia de esta propuesta y han explicado que responde principalmente a motivaciones económicas, aunque también aseguran que pesa el hecho de que el certamen catalán -que en la pasada edición se celebró del 3 al 13 de octubre- 'está excesivamente cerca del de San Sebastián', cuya clausura este año se efectuó sólo cuatro días antes del inicio del de Sitges.
Con todo, son motivos presupuestarios los que acabarían inclinando la balanza a favor del cambio de fechas, según dichas fuentes. Los precios de las habitaciones del hotel Melià Gran Sitges -donde se concentra el grueso del movimiento del festival y en el que se aloja la mayoría de invitados y de periodistas- y de otros hoteles de la ciudad son aproximadamente el 50% más caras en el mes de octubre que en diciembre. En octubre, el clima en Sitges es todavía benigno y, por tanto, se considera temporada turística; además, últimamente en ese mes se celebran numerosos congresos en la localidad, lo cual comporta que la ocupación hotelera sea elevada.
El festival se ha hecho coincidir hasta ahora alrededor de la fecha festiva del 12 de octubre, e incluye dos fines de semana, para asegurarse la afluencia del público en el mayor número de jornadas de asueto posible. Esta circunstancia -y por tanto las expectativas de taquillaje- se mantendrá si el certamen se traslada al mes de diciembre, ya que se situará en torno al puente de la Constitución.
En cuanto a la programación, el patronato considera que no tiene por qué verse afectada por el cambio de fechas. 'Si ahora nos beneficiamos de los preestrenos de la temporada de otoño, en diciembre nos podemos beneficiar de los de la temporada navideña', señalan fuentes conocedoras de la propuesta.
El festival de Sitges no ha parado de crecer en los últimos años, pero su presupuesto parece haber tocado techo, por lo que se han empezado a considerar muy seriamente medidas de ahorro. El presupuesto de este año ha ascendido a 2,5 millones de euros, de los que el 47% es aportado por patrocinio privado y el 37% son subvenciones públicas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de octubre de 2002