Canadiense - y nacido en España de una familia de diplomáticos- el escritor Yann Martel (1963) se hizo anoche con el premio Booker con Life of Pi (La Vida de Pi), una novela celebrada como un genuino ejercicio de la imaginación. Es el segundo libro de este joven autor en el que explora los límites de lo creíble a través de un niño criado en un zoológico que emigra desde India a Canada. El protagonista naufragará en la travesía para quedar a la deriva con un tigre como única compañía. "Es un libro afortunado", celebró su autor al recoger el premio ayer, en una ceremonia de gala bajo la cúpula del Museo Británico en Londres.
Dentro de la selección de esta edición se echaron en falta autores consolidados como Martin Amis, populares como Irvine Welsh y la estrella del año pasado Zadie Smith, que debutó con White teeth.
Martel salía favorito en esta edición del principal galardón británico destinado a autores de la Commonwealth e Irlanda y dotado, en esta edición, con 75.000 euros. Entre los seis finalistas destacaron los veteranos William Trevor (The history of Lucy Gault), Carol Shields (Unless), Tim Winton (Dirt Music) y Rohinton Mistry (Family matters), seleccionados en previas ediciones.
La escritora Sarah Waters (Fingersmith) completaba la lista de este evento que arrancó el año envuelto en polémica y con un cambio de patrocinadores. La propuesta de la organización de abrir el concurso a novelistas norteamericanos en un futuro cercano sigue provocando revuelo entre presentes, pasados y próximos candidatos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de octubre de 2002