La industria de la automoción, en horas bajas por el descenso de las ventas (8,4% hasta agosto en España) y por la deslocalización industrial en favor de Europa del Este, se desayunó ayer con una buena noticia. Renault y Nissan, participada en un 44% por el grupo francés, arrancaron oficialmente en la Zona Franca de Barcelona la fabricación de la nueva furgoneta X83, fruto de la mayor inversión conjunta, de 240 millones de euros, acometida por ambos hasta ahora. La furgoneta se comercializará bajo distintas marcas: Trafic para Renault, Primastar para Nissan y Vivaro para Opel.
El volumen de unidades que se prevé producir en 2003 se eleva a 57.000, una cifra algo inferior a la barajada, aunque a pleno rendimiento la planta puede fabricar 64.000. 'La fluctuación del mercado preocupa a los fabricantes', admitió Rafael Boronat, consejero director general de Nissan Motor Ibérica.
La empresa reiteró que sólo 'en función de la demanda' se planteará aumentar el empleo. En la lista son prioritarios los 900 temporales que dejaron la fábrica hace unos meses. Pese a que Boronat habló de impacto 'favorable' del proyecto sobre el empleo, advirtió de que 'no somos una fundación ni una institución benéfica'. El objetivo es 'tener beneficios'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de octubre de 2002