El mercado castigó ayer duramente al grupo tecnológico ABB, cuyos títulos cerraron con una pérdida del 61,8% para cerrar a 2,05 francos suizos en la Bolsa de Zúrich. La fuerte reacción negativa de los inversores se produce después de que se anunciase una rebaja de los objetivos de beneficios del grupo helvético-sueco para el año en curso y de las demandas sobre la utilización de amianto. Las indemnizaciones que resultarán de estas denuncias afectaron a otros valores europeos como Lafargue o Saint Gobain.
Por ello, no podrá mantenerse el 4% o 5% de resultado operativo (EBIT) previsto por la anterior dirección del grupo debido a la persistente debilidad de los mercados. Crédit Suisse First Boston y el banco alemán WestLB Panmujre han coincidido además en devaluar los títulos de ABB, mientras que la agencia Moody' s también ha rebajado la calificación de su deuda de Baa2 a Baa3.
Desde comienzos de año, la capitalización bursátil del grupo se ha reducido en más de un 70%. Hace un mes, el nuevo hombre fuerte de la empresa, Jürgen Dormann, anunciaba que se mantendrían los objetivos de mejora de rentabilidad fijados por su predecesor, Joergen Centerman. La credibilidad de los actuales gestores está también por los suelos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de octubre de 2002