En Río el termómetro anunciaba 41 grados. Hacía cinco años que en primavera no hacía tanto calor en la ciudad carioca. Pero el termómetro de la emoción también marcó muchos grados cuando el candidato a la presidencia Lula da Silva se reunió con 1.500 artistas del mundo del cine, del teatro, de la música y muchos. No faltaron los músicos Chico Buarque y Caetano Veloso, ni la estrella de las telenovelas y esposa del candidato Ciro Gomes (PPS), Patrícia Pillar, ni el cineasta Nelson Pereira.
Lula, emocionado, lanzó su proyecto cultural, preparado por expertos de 'diferentes corrientes', al que calificó de 'metamorfosis ambulante', ya que dijo que está abierto a todas las sugerencias. Lo que aseguró es que no va a seguir ocurriendo que el 84% del presupuesto público de la cultura se distribuya entre Río y São Paulo. El candidato del Partido de los Trabajadores (PT) les dijo, con los ojos llenos de lágrimas, al mayor plantel de artistas jamás reunidos en Brasil, que cada vez que pasaba por Río su sueño era entrar en el Canecão, la ciudad de la cultura y de los espectáculos de Río, sentarse allí como uno más y beberse una cerveza viendo alguna actuación.
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Hubo en el acto dos momentos particularmente emocionantes: cuando Lula llamó al palco al compositor y escritor Chico Buarque, el genio famoso por su timidez. Chico se resistía a subir. Por fin lo hizo y confesó a Lula: 'Yo las tres veces anteriores te voté, pero nunca creí que pudieras ser presidente'. También quiso arropar al candidato del PT el anciano arquitecto Oscar Niemeyer, que envió un mensaje de apoyo a Lula que se exhibió en un telón gigante.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de octubre de 2002