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OPINIÓN DEL LECTOR

Segundo idioma

Los profesores de idiomas llevamos más de 20 años luchando por una reivindicación que hoy día cualquier ciudadano europeo considera necesaria: se trata del reconocimiento en los programas de la enseñanza secundaria y en los de bachillerato de un segundo idioma obligatorio.

Pero las distintas administraciones de nuestro país, antes la socialista, que redactó la ley que ahora está en vigor (la LOGSE), y ahora la popular, han olvidado, o sencillamente no han encontrado, espacio en el horario escolar para incluir un segundo idioma obligatorio, que es una realidad en otros países europeos, incluido Portugal.

Se nos dirá que el segundo idioma es 'de oferta obligada' en nuestros centros. Sí, pero eso no significa que todos los alumnos lo estudien: una gran mayoría no elige esta asignatura optativa, porque ése es el carácter del segundo idioma entre nosotros. Una asignatura que no tiene asegurada legalmente la continuidad, ya que puede elegirse en un curso y dejarse en otro.

Recientemente, leíamos en la prensa diferentes acuerdos alcanzados en reuniones de países de la Unión Europea, de la que ya somos miembros, en los que se proclamaba el compromiso de estudiar al menos dos lenguas europeas, en pro de alcanzar una mayor cohesión y un enriquecimiento cultural mutuo. No parece lógico, ni culturalmente deseable, que nuestro país, firmante de esos acuerdos, presente, según información publicada en prensa, un proyecto de ley denominado de Calidad de la Enseñanza, sin incluir un segundo idioma obligatorio. ¿Ha sido un olvido? Es el momento de remediarlo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de octubre de 2002