En la presentación de su alternativa al Gobierno de Jordi Pujol con motivo de la moción de censura de octubre de 2001, Pasqual Maragall incluyó, junto a los numerosos compromisos concretos de gobierno, la expresión de una amplia demanda social, que se convirtió en definitoria de su propuesta. Dijo así: '¿Cuándo comenzará a producirse realmente el trenzado institucional entre los catalanes de diversas procedencias? ¿Cuándo la catalanidad dejará de ser una llave mágica que unos administran y otros sólo pueden acatar o ignorar? ¿Hasta cuándo se seguirá hablando desde el nacionalismo de catalanes buenos y catalanes sospechosos? ¿Cuándo dejará de hablar el presidente de la Generalitat de voto catalán y voto anticatalán?'.
En el final de aquel discurso, Maragall resumió que su pretensión es 'gobernar Cataluña de otra manera, caracterizada por el respeto, la confianza, la eficacia, el consenso, la transparencia y la proximidad'. Basando la acción del Gobierno 'en el profundo respeto a los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña, a su sociedad civil, al Parlament, a los territorios y al poder local (...) confiando más en los ciudadanos y ciudadanas y liderando de manera diferente'.
Los ejes de esta propuesta son el desarrollo federalista de la Constitución; la decisión de basar el progreso económico en la educación y el empleo; la voluntad de construir una sociedad cohesionada y segura y una práctica de gobierno próximo a la gente y eficaz.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de octubre de 2002