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Entrevista:ARTUR MAS | CDC

El pragmatismo

Artur Mas se ha preocupado más de administrar la herencia del pujolismo que de generar un discurso político nacionalista, de cuyo cometido ya se encargaba Jordi Pujol. Pero ahora se ha visto obligado a formularlo dada su condición de candidato a la presidencia de la Generalitat. Más romántico y soberanista en sus orígenes, el pensamiento de Artur Mas ha ido, con el tiempo, derivando hacia el pragmatismo. En la conferencia del pasado lunes, el conseller en cap se limitó a proponer un nuevo marco de relaciones entre Cataluña y España basado en la redacción de otro Estatuto, lo que supone simplemente la asunción de mayores competencias por parte de la Generalitat.

Al igual que Pujol, Mas gusta de un discurso ambiguo sobre el futuro político de Cataluña, sabedor de que esta táctica ha reportado innumerables beneficios a Convergència i Unió al conseguir reunir bajo sus siglas a multitud de sensibilidades catalanistas. El suyo no es un proyecto rupturista con España -el pasado lunes incluso abogó por participar en el Gobierno central- y disiente más que coincide con las propuestas y estrategias del Partido Nacionalista Vasco. A falta de referentes internacionales concretos, Mas defiende para Cataluña un marco político similar al que disfrutan Flandes o Quebec, pero al tiempo es consciente de las dificultades que entraña su aplicación en un Estado con 17 autonomías asimétricas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de octubre de 2002