Xfera, el cuarto operador de telefonía móvil, sigue sin tener claro cuando se lanzará a competir con Telefónica Móviles, Vodafone y Amena por los más de 30 millones de abonados. Pero mientras decide su futuro, quiere que el Gobierno le exima de cualquier compromiso, al menos, hasta 2004. Éste es el principal punto que tratarán en el consejo de administración los principales accionistas, encabezados por FCC y su socio francés Vivendi por un lado, y ACS y la finlandesa Sonera, por otro.
La situación no es muy halagüeña. Xfera, cuyos máximos responsables anunciaron en principio que congelaban su proyecto de telefonía de tercera generación hasta 2003, es la única compañía con licencia que debe aún la tasa radioeléctrica del ejercicio pasado y de este año (más de 150 millones de euros), no ha desplegado la red de UMTS ni siquiera en fase experimental y ha realizado una regulación de plantilla que afecta a más de 450 de sus 600 trabajadores iniciales.
En fuentes de sus accionistas, se confía en que el Gobierno les libere temporalmente de sus compromisos de inversión para poder presentar un nuevo plan de negocios más acorde con la realidad del mercado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de octubre de 2002