Los mercados dieron ayer marcha atrás en sus planteamientos del día anterior y lo que parecía negro tomó un tono que, sin ser muy claro, distaba mucho de reflejar los matices que muestran las previsiones económicas. Las conclusiones de la Reserva Federal de Estados Unidos sobre la marcha de la economía, a la que se califica de 'mediocre', han pasado inadvertidas para los inversores, que prefieren pensar que una situación así llevará, de forma infalible, a un nuevo ajuste a la baja de los tipos de interés.
La situación en Europa, con evidentes signos de debilitamiento económico, tampoco parece preocupar a los inversores en estos momentos, aunque los volúmenes negociados indican que existe una escasa correlación entre las subidas de precios y la presión de la demanda.
La contratación en el Mercado Continuo español fue ayer de 1.331,80 millones de euros, con cerca de 300 millones obtenidos mediante operaciones institucionales y más de 600 millones concentrados en sólo tres valores, Telefónica y los bancos SCH y BBVA.
El Ibex 35 ganó el 2,94% al cierre, con lo que recupera el nivel de los 6.000 puntos, mientras que Madrid ganaba el 2,51%. Los avances del resto de las plazas europeas eran similares, con el 2,77% para París y el 2,42% para Londres. Francfort subía el 2,39% momentos antes del cierre, en parte debido al descenso del 0,1% del IPC en octubre, según las primeras previsiones, y por la caída del 0,9% en los precios de la producción, con datos de septiembre.
La Bolsa de Nueva York abrió con grandes altibajos y diferentes interpretaciones sobre sus causas. El descenso en las peticiones semanales de subsidio de desempleo se consideró muy positivo, como ya sucedió algunas sesiones atrás, pero el hecho de que hubiera una jornada festiva en esa semana forzó una revisión de planteamiento tan optimista. El Dow Jones perdía el 0,11% a media sesión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de octubre de 2002