Uno de los valores arquitectónicos más destacados del antiguo convento de El Carme en Valencia es su eclecticismo; la huella que han dejado a lo largo de su historia los diferentes estilos, gótico, renacentista, neoclásico. Una parte de esa historia se volverá a modificar con el desmontaje de las piezas del claustro renacentista del Embajador Vich colocadas en una de sus salas a principios del siglo XX. Las obras ya se han iniciado.
Ayer por la mañana un grupo de operarios trabajaba en uno de los arcos. La actividad, sin embargo, apenas era perceptible en las salas temporales del Museo del Siglo XIX, emplazadas en el mismo convento. La puerta y las ventanas de la hasta ahora llamada sala del Embajador Vich, que alojó algunas de las exposiciones más innovadoras y atractivas del IVAM, estaban cerradas y cegadas por unas lonas.
Ya lo anunciaron la subsecretaria de Promoción Cultural, Consuelo Ciscar y el arquitecto responsable del desmontaje, Salvador Vila, tras el visto bueno al traslado dado por el Consell Valencià de Cultura: 'Las obras se iniciarán de manera inmediata'.
Los vestigios del antiguo palacio renacentista del embajador en el Vaticano, ubicados en El Carme, constituirán el 50% del claustro que la Generalitat se propone reconstruir en el Museo de Bellas Artes de Valencia, donde se guarda el 30% de las piezas originales conservadas. Para cubrir el 20% restante, Vila, que insiste en el valor patrimonial y artístico del conjunto, se harán réplicas.
La polémica operación, que ha suscitado el rechazo de asociaciones vecinales, además de técnicos y arquitectos, algunos de la propia Consejería de Cultura, supone el fin de una etapa y el inicio de otra. Las que fueron salas del IVAM, -que no contará con su nueva ampliación hasta como mínimo el 2006-, darán paso a salas permanentes del Museo del Siglo XIX. Del arte moderno al arte decimonónico, sin posibilidad de convivencia. El espacio fue elogiado por múltiples artistas contemporáneos, que entablaron un diálogo con la historia a través de la arquitectura de El Carme. Un diálogo de lo más actual como pone de manifiesto la reciente apertura del Patio Herreriano-Museo de Arte Contemporáneo de Valladolid, que ocupa parte de un antiguo convento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de octubre de 2002