La polémica por el desmontaje de las piezas del claustro del antiguo palacio del embajador Vich incorporadas a una de las salas del antiguo Centre del Carme llegará a la mesa del Síndic de Greuges y, probablemente, también a la de algún juez. El colectivo Ciutadans per una Cultura Democràtica i Participativa anunció ayer que ha formulado una queja al Síndic por la falta de respuesta de la Consejería de Cultura a sus peticiones de que se revise la medida. Por otro lado, sus miembros han sido convocados a una reunión de urgencia para decidir si inician un procedimiento judicial contra la actuación.
La noticia de que han empezado en las dependencias del convento de El Carme los trabajos para desmontar las piezas del antiguo claustro renacentista, que serán trasladadas al Museo de Bellas Artes, donde se reconstruirá el recinto, fue recibida con disgusto por Ciutadans per una Cultura Democràtica i Participativa, que señaló a través de un portavoz: 'Nos preocupa que la Consejería de Cultura haya decidido comenzar las obras sin esperar a que en las Cortes se ofrezcan explicaciones de la actuación'. Tanto la socialista Isabel Escudero, como Joan Francesc Peris, de Esquerra Verda, han solicitado la comparecencia del consejero, Manuel Tarancón, para explicar el traslado de las piezas.
Ciutadans per una Cultura Democràtica i Participativa, que se ha distinguido por su oposición al cierre del Centre del Carme, del IVAM, en una de cuyas salas están los restos del antiguo claustro incorporados desde inicios del siglo XX como parte de un recinto caracterizado por su eclecticismo. El Consell Valencià de Cultura llegó a debatir sobre el traslado y acabó determinando en una ajustada votación que la declaración del convento de El Carme como bien de interés cultural no impide el traslado de las piezas del antiguo palacio renacentista.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 27 de octubre de 2002