Hace varias décadas se generalizó la subcontratación de los servicios informáticos que posteriormente se fueron integrando en la propia empresa. Algunos pioneros como el Centro de Cálculo de Sabadell tramitaban las nóminas de medio país. El fenómeno parece de nuevo de moda aunque con otro nombre: externalización. 'Los mismos gurús que hace años defendían la integración vertical aconsejan hoy subcontratar y es probable que cuando acabe este ciclo vuelvan a lo anterior', señala Jesús Espinosa. Salvado el núcleo central del negocio, las plantillas no se dimensionan para la producción media sino para la demanda mínima y el resto se cubre con polivalencias y contrataciones externas, según Osorio. Pero el riesgo de la externalización es grande porque 'pierdes control sobre las personas, sobre muchos elementos que pueden ser estratégicos y afectan al desarrollo de tu negocio.'
Las plantillas se dimensionan según la demanda mínima y el resto se cubre con temporales y contrataciones externas
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 27 de octubre de 2002