El príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, culminó el sábado su estancia de tres días en el Principado con la entrega a los vecinos de La Foz de Morcín, un municipio minero y montañoso distante 11 kilómetros de Oviedo, del Premio Pueblo Ejemplar de Asturias, en reconocimiento al esfuerzo colectivo por la pervivencia de las tradiciones populares, y en particular de la elaboración del ancestral queso afuega'l pitu. En La Foz, enclavada entre montañas, Felipe de Borbón fue recibido por el alcalde, Juan Rionda, de Izquierda Unida, e hizo entrega del galardón al presidente de la Hermandad de la Probe, y uno de sus fundadores hace 45 años, José Suárez Díaz, un minero jubilado e incansable impulsor de iniciativas culturales. Suárez, a quien todos conocen por el sobrenombre de Lenin, es uno de los vecinos más apreciados. Por eso el portavoz de la hermandad, Fernando Delgado, explicó en su discurso: 'Alteza, cuando estrechó la mano de Lenin al entregar este premio, estrechó la mano de todos y cada uno de los vecinos'. El Príncipe invitó a Lenin a que tomase asiento con él en un banco artesanal de madera que inauguró como recordatorio de la visita y que construyeron dos carpinteros rumanos inmigrantes. Felipe de Borbón recorrió la localidad y accedió a fotografiarse con un matrimonio y su hija de corta edad con una cámara que se brindó a disparar el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos. Un grupo local entonó para el Príncipe la misma canción popular que oyera por vez primera en Asturias su bisabuelo, Alfonso XIII, y un intérprete de tonada regional improvisó el final de su actuación de este modo: 'Dicen que no hay roxu [rubio] bueno, pero el Príncipe fue roxu y bueno como un santu'. Felipe de Borbón compartió con los vecinos un menú típico.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 28 de octubre de 2002