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ASALTO EN MOSCÚ

Un foro sobre Chechenia fuerza el traslado de una cumbre entre Rusia y la UE a Bruselas

La policía sigue buscando en Moscú a los cómplices de los secuestradores

La suspensión de la cumbre entre Rusia y la Unión Europea que iba a celebrarse en Copenhague en noviembre próximo y su traslado a Bruselas es la primera consecuencia internacional del secuestro de más de 800 personas que realizó el comando checheno en Moscú y que terminó con la muerte de casi 120 rehenes tras la intervención de las fuerzas especiales. El Kremlin había advertido a Dinamarca de que el presidente Vladímir Putin no viajaría a ese país si el Gobierno danés no prohibía el Congreso Mundial del Pueblo Checheno, que debe reunirse hoy y mañana en Copenhague.

"La cumbre Rusia-UE del 11 de noviembre será imposible" si el lunes y martes "se celebra el congreso checheno en la capital danesa", había advirtido ayer el viceministro de Exteriores ruso Valeri Loshchinin. La decisión rusa fue transmitada por Loshchinin al embajador de Dinamarca en Moscú, Lars Vissing, según se informó en un comunicado del ministerio de Exteriores, el segundo en menos de 24 horas.

"Después de los trágicos acontecimientos" ocurridos en Moscú a consecuencia de la toma del teatro moscovita de Dubrovka por los extremistas de Movsar Baráyev y de "la serie de actos terroristas cometidos en otras partes del mundo", la celebración del Congreso Checheno "parece especialmente cínica", se decía en una nota anterior. Para los rusos, el foro donde participarán conocidos separatistas que apoyan a la guerrilla es una clara "provocación".

Dinamarca, dijo sin embargo, que no prohibirá la celebración del mencionado congreso. Así lo anunció el ministro de Exteriores de ese país, Per Stig Moeller, que dijo no querer inmiscuirse en un encuentro que se realiza en el país "por iniciatiava privada". "Hemos explicado a nuestros amigos rusos la existencia de derechos democráticos que existen en Dinamarca y tienen que aceptarlo, pero al mismo tiempo es importante evitar una crisis entre Rusia y la UE porque están en juego muchas cuestiones importantes".

Otro portavoz danés explicó que el Gobierno danés no puede prohibir el congreso ya que tanto "la Constitución danesa como el Tratado de la UE garantizan la libertad de expresión".

Rusia considera a quienes asaltaron el teatro moscovita como "terroristas internacionales" y precisamente por eso el presidente Putin decidió no pronunciar ni una sola vez la palabra "Chechenia o checheno" en su breve mensaje televisivo del sábado, ya terminada la operación de rescate. De ahí que el Kremlin reaccione ahora con una gran irascibilidad a cualquier manifestación relacionada con el problema checheno. Así, el embajador de Francia en Moscú, Claude Blanchemaison, fue convocado al ministerio de Exteriores donde otro viceministro, Alexéi Meshkov, le leyó la cartilla por haber permitido el mitin "de apoyo a los terroristas chechenos" celebrado en un teatro parisino.

Mientras tanto, Ajmed Zakáyev, representante del presidente separatista checheno Aslán Masjádov, desmintió que éste tuviera nada que ver con el comando suicida de Baráyev, quien pereció durante el asalto junto con la mayoría de los extremistas.

"Desde un principio hemos dicho que esos no son nuestros métodos", señaló Zakáyev en Copenhague, adonde llegó para participar en el foro checheno. Según Zakáyev, los dirigentes de Ichkeria -nombre con el que los separatistas rebautizaron Chechenia- comprendían desde un principio que la amenaza a la vida de cientos de rehenes "no puede detener la máquina de guerra rusa en Chechenia", que ya ha dejado miles de muertos en esa pequeña república norcaucásica.

Los militares rusos continuaron ayer en Chechenia las operaciones habituales contra la guerrilla. En el distrito de Nozhái Yurt fue liquidado un comandante separatista y en otras zonas de la república destruyeron tres bases guerrilleras. Además, continúa la cacería de posibles cómplices del comando suicida checheno. Said-Selin Peshjóyev, jefe de la policía en la república rebelde, declaró haber recibido desde Moscú "informaciones e instrucciones pertinentes" para detener a los que ayudaron a organizar el secuestro. Gran parte de esos datos fueron recabados por los servicios secretos gracias a la escucha de las conversaciones por teléfono móvil que intercambiaban los miembros del comando separatista con sus cómplices en Moscú y otras ciudades.

La operación policial desplegada en la capital, que contempla también el registro de los automóviles que llegan a Moscú, ya ha dado ciertos frutos: al menos cuatro hombres armados han sido detenidos en la capital.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 28 de octubre de 2002