Durante el mes de junio pasado, cuando aún no había concluido la campaña del IRPF, desde instancias gubernamentales ya se lanzaba a bombo y platillo la idea de que la Agencia Tributaria, en relación con las declaraciones negativas con derecho a devolución, había reintegrado a los contribuyentes buena parte de sus retenciones e ingresos a cuenta.Terminada la campaña impositiva, la propaganda ministerial nos lanzaba el mensaje de que la práctica totalidad de las devoluciones ya estaban hechas y que, como mucho, en septiembre cobrarían los más rezagados.
Contándome yo entre aquéllos a quienes Hacienda debía devolver algo y puesto que presenté mi declaración el día 5 de junio, cansada de 'comunicarme' con un mensaje telefónico, acudí en agosto a la Agencia Tributaria de mi distrito, donde muy amablemente me dijeron que mi declaración se encontraba 'en comprobación'. Pregunté si es que habían detectado algún fallo o deficiencia y me contestaron que no, que era nomal, 'porque todas las declaraciones se comprueban'.
Pasó el verano y el día 22 de octubre, vuelvo a pasarme por las oficinas de la Delegación de Hacienda. La misma funcionaria y con idéntica cortesía me repite que mi declaración sigue 'en comprobación'. Preguntada por mí acerca de cuánto tiempo necesita el fisco para comprobar la exactitud de unos cálculos que se hicieron siguiendo el programa PADRE y repecto de una declaración sencilla, donde no aparecen incrementos o disminuciones de patrimonio, ni ingresos irregulares, ni cualquier otro elemento ajeno a lo que son rentas de trabajo, la funcionaria se encogió de hombros y no me supo responder. Tal vez la respuesta sea que aún son bastantes las declaraciones negativas pendienes de devolución. ¿Por qué no lo aclara, sin falsear la realidad, el ministro del ramo?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 28 de octubre de 2002