El comité ejecutivo comarcal de Convergència i Unió (CiU) en el Alt Penedès ha impugnado la resolución de una asamblea de militantes de Convergència Democràtica (CDC) en el municipio de Subirats según la cual los convergentes de esta población se niegan a elaborar la lista electoral con Unió Democràtica (UDC). La dirección comarcal ha desautorizado la resolución recordando que CiU ya no es una coalición, sino una federación, por lo que las listas electorales deben ser conjuntas. La misma dirección comarcal ha amenazado con expulsar a los militantes convergentes de Subirats si no rectifican su decisión.
Aunque los convergentes de Subirats siempre se han presentado bajo las siglas de CiU, en esta población, de unos 2.500 habitantes, no existía un comité local de UDC hasta hace poco. El ex concejal independiente Juli Bárcena se afilió hace unos meses al partido democristiano, abriendo la puerta a la creación de una ejecutiva local de la formación, de la cual es ahora presidente. En CDC se asegura que la negativa a formar lista con los democristianos no se debe a cuestiones personales y se atribuye al hecho de que la aparición de UDC en Subirats a pocos meses de las elecciones municipales es una operación oportunista. Pero lo cierto es que también se admiten diferencias políticas.
Respaldado por Bárcena, entonces como concejal independiente, el grupo de CiU recuperó hace dos años la alcaldía de Subirats gracias a una moción de censura contra el gobierno de ERC. El presidente de la ejecutiva local de UDC ha declinado hacer declaraciones sobre la situación creada en el municipio, entendiendo que se trata de un problema de CDC.
También en el municipio de Sant Martí Sarroca (Alt Penedès) se puede dar una situación similar ya que el hasta ahora concejal independiente Ramon Carbó se ha afiliado a UDC.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de octubre de 2002