El fiscal ha solicitado una pena de cárcel de 15 años para Francisco R. N., acusado de la muerte de un joven de 22 años en junio de 2000 en la localidad de Almoradí (Vega Baja), un crimen que desembocó días después en uno de los brotes racistas más graves ocurridos en la Comunidad Valenciana en los últimos años.
Como respuesta a la muerte a puñaladas de Miguel Ángel M. R. se organizó una manifestación popular para manifestar tanto la repulsa al crimen como la situación de inseguridad que vivían muchos de los 14.000 habitantes de Almoradí.
Tras la manifestación, celebrada el 20 de junio de 2000, en la que participaron unas 2.000 personas, se quemaron varias viviendas en la barriada gitana de la Cruz de Galindo.
Cinco jóvenes fueron detenidos por la Guardia Civil en relación al incendio de dos viviendas de la familia del acusado del crimen de Miguel Ángel. Aquella noche, otras ocho casas sufrieron importantes desperfectos. Varias personas, todas ellas de origen magrebí, también resultaron agredidas y heridas.
El fiscal, en el relato de los hechos, indica que Francisco R. N. se encontraba en la puerta de su domicilio cuando, por causas que no detalla, entró en conversaciones con el joven Miguel Ángel. 'Tras mantener una discusión con éste, le asestó al joven cinco puñaladas con un cuchillo en el pecho y el abdomen, una de las cuales le afectó al corazón', según explica la calificación provisional del fiscal.
El joven falleció a los pocos minutos en la misma barriada de la Cruz de Galindo, adonde al parecer había acudido a comprar droga. El acusado fue detenido a las pocas horas del crimen, días antes de que se produjera el brote racista.
Por estos hechos, que se juzgan el próximo 5 de noviembre en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Alicante, con sede en Elche, el fiscal solicita la pena de 15 años de prisión y una indemnización para la familia del fallecido de 120.202 euros. El detenido tiene antecedentes penales por homicidio y violación frustrada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de octubre de 2002