La sala especial del Tribunal Supremo encargada de decidir sobre las demandas de ilegalización admitió ayer a trámite la recusación del presidente del Supremo, Francisco José Hernando Santiago, a quien Batasuna atribuye falta de imparcialidad por sus pronunciamientos en favor de la Ley de Partidos Políticos. Como instructor de esta recusación ha sido designado el presidente de la Sala de lo Militar del Supremo, José María Ruiz-Jarabo.
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La recusación de Hernando es la tercera que presenta Batasuna contra jueces de la sala especial. Milagros Calvo fue recusada por su supuesta parcialidad al participar en una rueda de prensa de la Asociación Profesional de la Magistratura en la que se manifestó que el hecho de no condenar un atentado terrorista sería causa suficiente para ilegalizar un partido, aunque la magistrada no se pronunció al respecto.
El presidente de la Sala Tercera del Supremo, Ángel Rodríguez, ha sido recusado por su "amistad manifiesta con el Gobierno", que se justificaría por ser miembro de la comisión técnica del Ministerio de Justicia que reforma la Ley Orgánica del Poder Judicial, y por ser el juez encargado de velar por el cumplimiento de los derechos fundamentales en los operativos del Centro Nacional de Inteligencia, el antiguo Cesid.
La estrategia de Batasuna de ir planteando sucesivas recusaciones no impide que el proceso de ilegalización siga adelante, y en concreto que siga corriendo el plazo de 20 días para contestar a la demanda de ilegalización, plazo que concluye el 7 de noviembre. La Sala especial declaró ayer "en rebeldía" a Herri Batasuna (HB) y Euskal Herritarrok (EH) al no haberse personado en el proceso de ilegalización.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de octubre de 2002