Sólo el 18,9% de los niños extranjeros que llegan a España para integrarse en una familia adoptiva están completamente sanos. El 81,1% restante presenta al menos una enfermedad y más de la mitad de ellos sufren dos o más patologías de distinta consideración. Así, el 32% presenta anemia, el 30% parasitosis, el 25% desnutrición y un porcentaje menor enfermedades más graves, incluidas las hepatitis y la sífilis congénita. Estos datos se derivan de un estudio realizado con 135 niños, que suponen el 10% de todos los que han llegado a la Comunidad de Madrid por adopción internacional en 1999 y 2000.
La adopción internacional continúa creciendo en España. Sólo en 2000 se adoptaron 3.062 niños extranjeros (casi el 80% del total de adopciones), procedentes en su mayoría de China, Rusia y Rumania. Los resultados de este estudio, que se publica en el número del 19 de octubre de la revista Medicina Clínica, 'demuestran sobradamente la necesidad de dar una atención médica específica que incluya la realización de exámenes sistemáticos a todos los niños adoptados a su llegada a España', escriben los autores, Michela Sonego, Jesús García Pérez y Joaquín Pereira Candel.
De los 135 niños cuyos historiales clínicos fueron analizados, el 14,8% presentaba alguna anomalía congénita, destacando por su frecuencia las anomalías óseas (seis niños) y, por su gravedad, un caso de cardiopatía grave y uno de sífilis congénita. Ninguno de los niños de la muestra tenía anticuerpos del sida, pero cuatro tenían hepatitis B activa y muy contagiosa, dos niños padecían hepatitis A en fase aguda y uno más tenía anticuerpos contra la hepatitis C. 'Por su gravedad y contagiosidad es imprescindible diagnosticar los casos de hepatitis', señalan los autores.
El 7,4% (10 niños) presentaba problemas de comportamiento (siete retraso psicomotor y tres hipermotricidad).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de octubre de 2002