Alejandro Videla, un argentino de 40 años que combatió en la guerra de las Malvinas, viajará la semana próxima al Reino Unido junto a su familia, invitado por el ex paracaidista británico Les Standih, que lo hizo prisionero en la más cruenta de las batallas terrestres de ese conflicto bélico, que tuvo lugar en 1982, hace ya 20 años. 'El lenguaje del veterano de guerra es universal', señala Alejandro Videla para explicar cómo ha podido hacerse amigo del ex paracaidista. 'El mensaje que compartimos es que queremos que haya paz', añadió en declaraciones al diario bonaerense La Nación. Videla cuenta que estableció contacto con Standih por Internet a través de una página de veteranos de guerra británicos en la que entró para buscar información sobre la guerra que tuvo que librar mientras cumplía su servicio militar. Enseguida, estaba comunicándose con Standih todos los días, señala Videla, quien, junto a otros 1.500 argentinos, fue hecho prisionero en la batalla de la Pradera del Ganso y llevado desde el archipiélago hasta Montevideo a bordo del barco Norland. El diálogo por Internet comenzó por las secuelas de la guerra, sobre todo los problemas psicológicos y los suicidios, que son muy elevados tanto entre los perdedores argentinos como entre los ganadores. Según las cifras que le suministró Standih, 264 ex combatientes británicos se quitaron la vida después de la guerra, cifra ligeramente inferior a la de los 270 argentinos que tomaron tan drástica decisión. '¿Maté para qué?' es una frase de un poema de un ex combatiente británico que Videla conoció por Standih y que, en su opinión, es 'un pensamiento común' a los que lucharon en uno y otro bando. Videla dice que no le daría la mano ni a la entonces primera ministra británica, Margaret Thatcher, ni al que era presidente argentino en 1982, el general Leopoldo Galtieri.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de octubre de 2002