El terrorismo ha causado en España 1.064 muertos (808 de ellos a manos de ETA) y 3.200 heridos desde julio de 1968, según las cifras ofrecidas ayer a la ponencia de Víctimas del Terrorismo de la Cámara vasca por el subdirector de atención a las víctimas del Ministerio del Interior, José María Martínez Arruego. Este departamento ha instruido 7.000 expedientes desde 1996, concretó.
A juicio de Martínez, la cobertura económica a las víctimas y sus familiares es suficiente. 'Ahora lo que necesitan es reconocimiento moral y la solidaridad de toda la sociedad', que apostó por ofrecerles de modo institucional. El representante ministerial se refirió también a la necesidad de mayor diligencia en la reparación de los daños materiales causados por atentados en viviendas, de forma que sus propietarios no tengan que pasar tanto tiempo fuera de ellas.
El consejero de Justicia, Joseba Azkarraga, explicó a la ponencia que su departamento trabaja ya con un colectivo 'importante' de víctimas directas -en el caso de la violencia de persecución, personas que han debido abandonar sus lugares de residencia y trabajos- o familiares de víctimas -hijos o viudas de asesinados obligados a ponerse a trabajar al faltar el cabeza de familia- para facilitarles los conocimientos necesarios para insertarse en el mercado laboral.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de octubre de 2002