Pilar Fernández-Vasseur es la directora desde su primera edición, hace 13 años, del Festival de Cine Español de Nantes, la cita más importante de la filmografía española en Francia. Desde 2001, cuenta con una sección dedicada a la producción vasca. La semana pasada, esta profesora de Historia Contemporánea en la universidad de Nantes, participó en las jornadas de Historia y Cine que organiza en Vitoria el Instituto Universitario Valentín de Foronda.
Pregunta. Un festival de cine que nace en la Universidad y se convierte en una cita indispensable en la vida cultural de Nantes, ¿cómo surgió la idea?
Respuesta. Para hablar de la historia reciente de un país tan complicado como España no bastaba con impartir docencia. Sobre todo, cuando hace 15 años (y todavía ahora) en Francia no se entendía para nada el cambio, la transición, el Estado de las autonomías, etcétera. ¡Qué mejor para mostrar esa transformación que una programación de las películas españolas del momento!
P. ¿Cómo reaccionó el público?
R. Aunque parezca increíble, la sala se llenó desde el primer momento. Y la respuesta de los directores y actores españoles también ha sido estupenda. Por allí han pasado Ventura Pons, Borau o Armendáriz, y siempre repiten.
P. ¿Cuáles son las preferencias de los espectadores?
R. Francia es un país que puede asimilar a un director español por década: Buñuel, Saura,... hasta que llegó Almodóvar y los franceses se rindieron a sus pies. El propio Almodóvar está incómodo por ser el árbol que no deja ver el bosque del cine español. Nuestro festival intenta paliar ese desconocimiento.
P. Las últimas ediciones han estado dedicadas a Cataluña, País Vasco, Aragón. La siguiente se centrará en Galicia ¿El espectador francés contempla estas diferencias?
R. No. Ni siquiera ve la unidad del cine español, hasta el punto de que, cuando se estrenó Los otros, se pensaba que Amenábar era norteamericano.
P. ¿Qué se valora del cine español?
R. Que habla de la realidad española, de lo que ocurre en la vida diaria, desde Armendáriz a Alex de la Iglesia o Santiago Segura, frente al cine francés, que es un cine de mucho hablar, de lugar único, de diálogos interminables.
P. ¿El Gobierno español respalda la difusión del cine en Europa?
R. Salvo contadas excepciones, no hay política exterior en el campo de la cultura. Lo poco que se puede destacar es el Instituto Cervantes, que se centra en la lengua.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de octubre de 2002