El Madrid se clasificó para la segunda ronda de la Liga de Campeones como si el destino le reservase un guiño de complicidad. Aún perdiendo, la competición le sonríe. Le reserva un poco de viento fresco en un momento complicado. "Un momento curioso", como dijo ayer Casillas. "Un mal momento", como juzgó Cambiasso. "Una crisis tolerable", como señaló Valdano el fin de semana pasado. Una coyuntura que, con o sin crisis, tiene al vestuario crispado. Los resultados colocan al Madrid en un lugar incómodo tras cinco partidos sin ganar. El técnico, Vicente del Bosque, parecía contrariado, a juzgar por su semblante. "Cada uno es libre de opinar lo que quiera", dijo, con tono épico; "seguramente mañana se hablará de crisis. Pero esto no es una crisis. Crisis es la del Barcelona, que lleva tres años sin ganar nada".
La de Del Bosque fue la primera alusión explícita y agresiva al Barcelona desde que Florentino Pérez dirige al Madrid. El Madrid se había propuesto, por política, combatir a su rival histórico desde la omisión. Como si su presencia apenas contara. Ayer Del Bosque rompió la breve tradición porque estaba indignado. El técnico estaba molesto por la inevitable ola de comentarios superficiales que giran en torno al equipo cada vez que pierde. Unos juicios que ganan severidad según aumenta la nómina de estrellas en la plantilla. Ayer estaban todas. Fue el primer partido que jugaron juntos Ronaldo, Figo, Raúl y Zidane, y la derrota dolió especialmente.
Del Bosque se batió para defender a sus jugadores: "Todos saben que no soy hombre dado a buscar excusas, ya me conocéis... pero Figo, Raúl y Ronaldo regresan de lesiones. La de Ronaldo es la más evidente y grave. Cuando se acoplen el juego del Real Madrid será el que debe ser, porque así está concebido este equipo. Hoy se ha visto un buen partido, con dos grandes equipos. Y valga decir que el fútbol de contrataque es más sencillo que el de ataque".
Sonriente como siempre, Ronaldo, en cambio, le quitó trascendencia a la derrota y al momento que vive su equipo. "No pasa nada", comentó; "hoy no hemos conseguido ganar, pero ya ganaremos otra vez. El Roma ha venido a defenderse y se hizo muy difícil llegar al área de Antonioli. Pero hoy lo importante es que nos hemos clasificado para la segunda ronda".
El brasileño fue el único jugador con capacidad de desbordar en el Madrid de ayer. Pero el público le llegó a pitar. Incluso coreó el nombre de "¡Guti, Guti...!" para reivindicar al delantero que se quedó en el banquillo y sólo entró al final.
Ronaldo, como Del Bosque, lamentó el talante defensivo del Roma. Contra esta tendencia, más o menos generalizada en la crítica española, el entrenador italiano Fabio Capello se mostró notablemente cáustico: "Cuando un equipo italiano se organiza para contrarrestar al juego del rival se dice que es defensivista. Si esto mismo lo hace un equipo extranjero, como el Liverpool, por ejemplo, se dice que juega al contragolpe. Hoy el Roma ha hecho un gran partido. Es un gran momento para el club y para mí mismo. En la ida perdimos porque fue el primer partido oficial que jugamos en la temporada. No estábamos al nivel físico del Madrid y no demostramos suficiente carácter. Hoy, al mismo nivel físico, hemos demostrado que somos un gran conjunto".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de octubre de 2002